• Va a las urnas con un candidato que fue reemplazado casi al final de la carrera, dos atentados y un nivel de violencia verbal inusitado en la primera potencia del planeta.
  • Con un cerradísimo empate entre ambos en las encuestas, los estadounidenses decidirán entre dos potentes mensajes planteados por los candidatos: privilegiar la economía y el bolsillo o vivir en un país previsible y sin riesgos para la democracia.

 

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