La investigación sobre las llamadas células espejo, que desafían las propiedades fundamentales de los organismos vivos, debería prohibirse por ser demasiado peligrosa, según los biólogos. Navegación de entradas El primer nuevo reto de política exterior para Trump acaba de quedar claro Bashar Al Assad reapareció en Moscú y negó haber traicionado al pueblo sirio: «Ni una vez me planteé la posibilidad de renunciar»